Ha llegado la fecha del patrón y casi todos miramos hacia la torre de la iglesia para comprobar la llegada de las cigüeñas, que por parejas regresan al nido de años anteriores.
En nuestro pueblo hoy vemos como cerca del torreón, en el Ayuntamiento, hizo su nido una pareja de otra especie, dos alcaldesas, que en junio del pasado año unieron sus intereses. Son escandalosas de plumaje y graznido, vuelan bajo y manchan mas que las vecinas de la iglesia. Su dieta se basa en la mentira, el agravio, el insulto y en lo que pillan con la asignación mensual que ellas mismas se han concedido, casi setenta y cuatro mil euros anuales cada una, seguros sociales incluidos.
Otra vez ha sido convocado el pueblo a festejar al madrugador patrón. Otra vez se invoca que es tiempo de concordia y charanga, de baile, toros y bendiciones, eso sí, sin los dispendios de otros años que la crisis no lo permite. Sin embargo, mes tras mes, antes y después de San Blas, dos alcaldesas habrá que pagar. Para esta pareja y sus concejales no hay crisis. Ni vergüenza a la hora de apoyar una tras otra medidas que perjudican a los vecinos de Valdemorillo.
Viva San Blas, gritarán desde el Balcón. Vivas de las vivas ejecutivas de este Ayuntamiento. Vivas de los vivos o engañados que las votaron.
También vivas a la tele que las enfocó y las desnudó en su incompetencia y cobardía.
M21